Garcés, cada día más dueño de sí mismo, cada día menos adscribible a lo que no sea su propia estética, ha sido capaz de obrar el milagro increíble: crear una obra nueva y única”

 

A.M. Campoy

ABC, 13 de noviembre de 1971

 

 

“Pintura muy meditada, aunque la realice al artista con esa difícil facilidad para la que está perfectamente dotado. Tierras y mares, morfologías rotundas o evanescentes, son en su pincel recias y delicadas a un tiempo, son mancha, sugerencia cromática. Son, en definitiva, creación artística, pues no podrá llamarse artista a quien no se obligue a reinventar cuanto le rodea”

 

Francisco De Pablos

1972

 

 

“Como en toda obra de un gran artista, en la pintura de Garcés hay una contradicción interna que, al estallar dentro de cada cuadro, provoca un núcleo de inquietud, un aliento de vida”

 

Carlos Santi Esteve

1973

 

 

Las figuras de Garcés son el resultado de una suma de lecturas de Marcel Proust, de un exquisito sentido del humor, de varios siglos de “buena educación”, levemente tocado de viento poético y de esa fantasía que sube a los desvanes y disfraza a las muchachas con los sombreros que hubiera amado Henri de Toulouse Lautrec. A este mundo, donde la sonrisa se equilibra con el lirismo, sólo le faltaba un gran pintor: Juan Garcés va a dejarnos, imborrables, sus imágenes”

 

Antón Correa

1980

 

 

“(...) No tuvo que decirme nadie que allí vivían, solas, y sonámbulas y apasionadas, aquellas mujeres que yo tanto había amado desde lejos. Tampoco tuvo que decirme nadie que aquel hacedor de belleza – y de inconcebibles verdades – se llamaba Juan Garcés, como mi amigo del alma, que tantas veces me llevaba con él a la luna, a la de verdad”

 

José García Nieto

De la Real Academia Española

1992

 

 

Esos toques y garabatos que semejan líneas sueltas improvisadas al azar, de un lirismo descuidado, acaban convirtiéndose en el penetrante estudio de una valiosa síntesis pictórica. Tras observar con atención esas realizaciones, es posible llegar a comprender mejor la significación del arte moderno. Y pueden resultar una gozosa fiesta para el buen catador”

 

Antonio de Santiago

De la Asociación Española e Internacional de Críticos de Arte

2001